OLLANTAYTAMBO
Arrinconados contra un muro, como un manojo de flores de colores, se pude ver a miembros de los ‘huayruros’, una comunidad que se distingue del resto por sus espectaculares ropajes negros y rojos y porque guarda como pocas sus milenarias tradiciones. Los huayruros viven en la más absoluta soledad, perdidos en las laderas de las montañas que cierran Ollanta y casi todo lo que producen –lo básico, lo indispensable-, es para subsistir. Hablan sólo en quechua, y como grandes conocedores de su tierra, fueron los porteadores en las primeras expediciones a través del camino del Inca.
OLLANTAYTAMBO
The community of the “Huayruros” is seen like a bunch of colorful flowers pushed to the wall. It’s a commnunity which is distinguished from others by its spectacular red and black robes and also because it continues to keep, as few, its ancient traditions. The huayruros live in solitary places as if they were lost in the hillsides that enclose Ollanta; almost everything they produce is necessary to survive. They only speak Quechua, and as they are knowledgeable about their land; they were the porters in the first expeditions through the Inca Trail.
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Arrinconados contra un muro, como un manojo de flores de colores, se pude ver a miembros de los ‘huayruros’, una comunidad que se distingue del resto por sus espectaculares ropajes negros y rojos y porque guarda como pocas sus milenarias tradiciones. Los huayruros viven en la más absoluta soledad, perdidos en las laderas de las montañas que cierran Ollanta y casi todo lo que producen –lo básico, lo indispensable-, es para subsistir. Hablan sólo en quechua, y como grandes conocedores de su tierra, fueron los porteadores en las primeras expediciones a través del camino del Inca.
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The community of the “Huayruros” is seen like a bunch of colorful flowers pushed to the wall. It’s a commnunity which is distinguished from others by its spectacular red and black robes and also because it continues to keep, as few, its ancient traditions. The huayruros live in solitary places as if they were lost in the hillsides that enclose Ollanta; almost everything they produce is necessary to survive. They only speak Quechua, and as they are knowledgeable about their land; they were the porters in the first expeditions through the Inca Trail.
